La receta de la abuela para hacer pan nube sin harinas ni horno y es furor
Pan Nube: La receta clásica puede personalizarse con hierbas, especias, ajo o incluso miel, convirtiéndose en un básico para cualquier ocasión - (Imagen Ilustrativa)
Pan Nube: La receta clásica puede personalizarse con hierbas, especias, ajo o incluso miel, convirtiéndose en un básico para cualquier ocasión - (Imagen Ilustrativa)
Entre las "recetas de la abuela" hoy encontré una que te va a gustar; se trata del pan nube donde no vas a necesitar prender el horno. Esta receta tiene varias virtudes, no solo la cocción, sino que es simple, rápida, fácil, y con pocos ingredientes.
¿Tenés antojo de pan pero no querés prender el horno ni amasar por horas?
El pan nube es la solución mágica para quienes buscan algo liviano, sin harina y casi sin esfuerzo. Con pocos ingredientes y una sartén, vas a lograr un pan tan esponjoso que parece una nube (de ahí su nombre, claro).
Esta receta se volvió furor en redes porque es rápida, saludable y versátil. Ideal si estás reduciendo harinas o gluten, o si simplemente querés sorprenderte con algo distinto.
Una de las principales características del pan nube es su textura aireada, sin harina y con un sabor neutro que combina con todo y se adapta a diferentes comidas. Esta receta es muy fácil de preparar sin necesidad de prender el horno, ya que se hace en sartén de forma práctica y rápida.
El pan nube
El pan nube es ideal para las meriendas
Acá, el paso a paso de esta receta muy fácil y rápida.
Esta preparación del pan nube se volvió una tendencia en redes sociales como una alternativa ligera y versátil, perfecta para quienes buscan reemplazar al pan tradicional de harina de trigo en desayunos o meriendas. Receta paso a paso para prepararlo en casa.
Ingredientes
3 huevos grandes.
3 cucharadas de queso crema o yogur griego natural.
1/4 de cucharadita de polvo para hornear o cremor tártaro.
Una pizca de sal (opcional).
Opcional: hierbas secas, ajo en polvo, o edulcorante para versiones personalizadas.
Paso a paso para hacerlo sin horno:
Separá las claras y las yemas.
(Sí, como en los programas de cocina, pero sin dramas).
Batí las claras con el polvo de hornear hasta que estén bien firmes.
En otro bowl, mezclá las yemas con el queso crema y la pizca de sal.
Uní ambas preparaciones con movimientos suaves y envolventes —sin batir— para mantener ese airecito que hace magia.
En una sartén apenas engrasada y con fuego bajo, colocá cucharadas de la mezcla. Cociná unos minutos de cada lado, hasta que estén doraditos y livianos.
hierbas frescas
Puedes agregar hierbas frescas a este Pan nube
¡Listo! En pocos minutos vas a tener un pan liviano, suave y esponjoso para usar como base para sándwiches o acompañar con lo que más te guste.
Esta opción, baja en carbohidratos y liviana, es ideal para quienes buscan reducir el consumo de harinas y gluten. Al estar hecho de huevos y queso crema, el pan nube aporta proteínas y grasas saludables, con muy pocos carbohidratos.
Tip del cocinero relajado
Si te da fiaca cocinar, este pan es para vos. No se amasa, no se hornea y no se ensucia más que un par de bowls. Y si querés hacerlo dulce, podés agregarle un poquito de miel o canela.
Bonus saludable
El pan nube es bajo en carbohidratos y alto en proteínas, ideal si estás cuidando lo que comés. Cada porción tiene entre 35 y 40 calorías, y se adapta a cualquier momento del día.
Pan Nube:
Pan Nube: La receta clásica puede personalizarse con hierbas, especias, ajo o incluso miel, convirtiéndose en un básico para cualquier ocasión - (Imagen Ilustrativa)
¿Qué provoca la harina de trigo en el cuerpo?
La harina de trigo, presente en la mayoría de los alimentos procesados y panificados, tiene distintos efectos en el cuerpo según la cantidad y la frecuencia con que se consuma.
Cuando se trata de harina refinada (la blanca común), su principal componente son los carbohidratos simples. Al ingresar al organismo, estos se transforman rápidamente en glucosa, lo que provoca un aumento repentino del azúcar en sangre. Este proceso obliga al páncreas a liberar más insulina, y si se repite con frecuencia, puede favorecer el aumento de peso, la resistencia a la insulina y, a largo plazo, el desarrollo de diabetes tipo 2.
El refinamiento del trigo también elimina buena parte de las fibras, vitaminas y minerales del grano original. Por eso, este tipo de harina tiene un bajo valor nutricional y aporta calorías vacías. La falta de fibra puede afectar la digestión, causar estreñimiento y reducir la sensación de saciedad, lo que lleva a comer más de lo necesario.
Otro punto importante es el gluten, una proteína natural del trigo. En personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, su consumo puede provocar inflamación intestinal, dolores abdominales, fatiga y otros síntomas. Aunque la mayoría de las personas tolera el gluten sin problemas, el exceso de productos elaborados con harina puede generar digestiones pesadas y sensación de hinchazón.
En cambio, las harinas integrales —que conservan el salvado y el germen del grano— aportan más fibra, mejoran el tránsito intestinal y ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. Por eso, los especialistas recomiendan reemplazar la harina blanca por opciones integrales o por harinas de otros cereales, como avena, arroz, maíz o legumbres, que resultan más nutritivas y beneficiosas para el cuerpo.