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SUSCRIBITEExisten varios consejos para limpiar de manera correcta las rejas de tu hogar, donde siempre se acumula suciedad. Te contamos cuáles son.
Los mejores consejos para limpiar las rejas de tu hogar.
Cuando limpiamos el hogar, establecemos rutinas de aseo y vamos haciéndolo por sectores. Y es por eso que existen varios consejos para limpiar de manera correcta las rejas de tu casa. Te contamos cuáles son.
Las rejas de hierro son muy utilizadas como método de seguridad, pero también como elemento decorativo. Sin embargo, al estar al aire libre acumulan tierra, agua, manchas, hojas secas y otros residuos.
Un primer paso a llevar adelante al limpiar la reja de hierro es pasar un plumero, que quite el exceso de tierra de la superficie. Este elemento suele tener funciones decorativas, por lo que muchas rejastienen arabescos y formas donde se esconde el polvo.
Una vez que lo hayas hecho, probablemente continues viendo suciedad, pero esta vez será de forma directa, ya que el polvo no lo ocultará. En este punto, llená un recipiente de agua tibia, echá unas gotas de detergente y ayudándote con un cepillo, frotá y limpiá la superficie de manera de eliminar las manchas más profundas.
Finalmente, quitá el exceso de detergente. Para ello podés utilizar un paño humedecido en agua y pasarlo por toda la reja hasta que quede impecable. Dejá secar al sol.
Existe un truco con sal y limón. Consiste en rociar con sal el sector que esté cubierta de óxido y luego arrojá por la zona jugo de limón. Dejá actuar los productos por algunas horas y más tarde frotá con un cepillo de dientes para remover el material. Por último, limpiá la superficie con un paño limpio.
Truco con vinagre: el vinagre es muy efectivo para eliminar el óxido del metal. Para eso sumergí un paño en vinagre y dejalo sobre la zona afectada por dos horas. Pasado el tiempo con un paño limpio quitá los residuos y verás que el metal recuperó su color original.
Otro consejo es lavarlo con bicarbonato de sodio. Este producto es considerado como un gran aliado de la limpieza gracias a su efecto abrasivo que permite remover as manchas más difíciles incluyendo las del óxido.
Mezclá el bicarbonato y un poco de agua formando una pasta cremosa. Aplicala en los sectores oxidados y después de unos minutos frotá con un cepillo de dientes en desuso. Para terminar retirá los restos con un paño seco y limpio. Te sorprenderá ver que el color y el aspecto de las puertas y ventanas vuelven a ser como antes.
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