Desde el corazón de Córdoba, en la ciudad de Jesús María, vive Rubén Cúchero junto a su esposa, quien nos demuestra que para cumplir sueños no existe la edad, menos cuando se trata de estudiar, terminar la secundaria y convertirse en abanderado.
Terminó la secundaria a los 73 años y es abanderado
Rubén Cúchero es un hombre de campo que trabajó como transportista y colectivero pero en 2019 recibió el consejo de retomar la secundaria de parte de un amigo y ahora será abanderado por sus buenas notas.
“En 2019 me dijo que tenía que terminar la secundaria. Yo no quería saber nada, le respondí que a mi edad eso ya era pasado”, contó Cúchero sobre una charla con su amigo "El contador" en la provincia de Córdoba.
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La historia del abanderado
Cuando era chico, en la zona rural de Colonia Caroya, provincia de Córdoba, solo pudo hacer la primaria y, para hacer la secundaria, tenía que ir hasta Jesús María pero la familia necesitaba dinero y se dispuso a trabajar.
Fue después de cumplir con el servicio militar obligatorio que consiguió trabajo en transporte donde estuvo hasta conseguir empleo en una empresa de colectivos de larga distancia y eso lo hizo hasta la jubilación.
Ya con tiempo libre, más allá de alguna changa, optó por inscribirse en un acelerado y terminar la escuela segundaria, cosa que hizo en 2020 a pesar de la pandemia.
En 2021, solicitó cursar de manera presencial y comenta que ahí comenzó a entender mejor lo que le explicaban.
Con sus objetivos muy claros, Rubén se dedicó a estudiar cada día, y ese esfuerzo trajo sus frutos. Fue hace pocos días cuando el director del instituto fue quien lo llamó para contarle que por su promedio de 9,25 iba a ser el abanderado. "Al principio no caí, pero cuando llegué a casa y se lo conté a mi familia me emocioné”, contó Rubén.
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