Atlético Madrid se quedó con el derby ante el Real

Atlético, que reúne siete puntos en la clasificación, fue el mismo adversario incómodo que suele ser para sus oponentes. Se armó, de atrás para adelante, con salida rápida por las bandas y con una intensa presión de los delanteros que impedían que los defensores merengues salieran con soltura. El conjunto rojiblanco apeló a una receta que le dio réditos suficientes en sus últimas conquistas, como la Liga en la temporada 2013-2014: la pelota detenida. A los 10 minutos, un tiro de esquina ejecutado por Koke encontró en el primer palo la cabeza de Tiago y el "Aleti" festejó.

A los 25, Cristiano Ronaldo ingresó al área y fue tocado por Siqueira, que llegó tarde. El árbitro Mateu Lahoz sancionó el penal y el crack portugués lo cambió por gol, con un disparo esquinado. En el segundo tiempo, el desarrollo cayó en un pozo. Las brusquedades (hubo un total de once amonestados) ganaron terreno y a los dos les costó aproximarse.

Pero dentro de ese contexto de confusión siempre el Atlético resultó el más peligroso. Entonces, sobre los 30 minutos, el elenco visitante consiguió el desnivel, cuando Juanfrán escapó por derecha, mandó centro; Raúl García se abrió de piernas y dejó pasar la pelota que le fue al turco Turan, quien le pegó junto a un palo y colocó el 2-1.