Diego López ya piensa en lo que viene. El futbolista de Gimnasia se contagió de coronavirus y pasó duros momentos. “Fue complicado”, dijo en Arriba Jujuy y subrayó que los dos primeros días fueron los más difíciles. “Tuve varios síntomas: fiebre, dolor de cuerpo, perdí el olfato y el gusto”, contó el defensor.
“Tomaba muchas medidas preventivas estrictas con cuidados, pero sin embargo me agarró igual”, y destacó que la recuperación fue satisfactoria. “Gracias Dios no me afectó mucho en la parte cardiovascular. Me hice estudios, como el electrocardiograma y la ergometría, y ahí me dijeron que estoy bastante bien y no quedaron secuelas para preocuparse. Me estoy sintiendo bien y estoy metido”, subrayó.
El defensor regresó a los entrenamientos en el club, en grupos y bajo un estricto protocolo de seguridad. “Los protocolos son muy rigurosos. El técnico también nos recalca respetar el distanciamiento, que no nos juntemos a charlar, que usemos el barbijo y supervisa que se sanitize todo el predio. Eso es bueno, porque nos cuida”.
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Para el jugador surgido de las divisiones inferiores del Lobo, este puede ser el año que le devuelva a Gimnasia la ilusión de protagonismo. “Se abre otra puerta para pelear cosas importantes. Gente nueva, chicos nuevos con los cuales armaremos un lindo grupo. El técnico tiene un lindo proyecto y vamos ponerle todas las pilas para que salga bien”, reiteró.
López pidió que el hincha confíe en este plantel que buscará dejar atrás la imagen de los últimos años de Gimnasia. “Haremos un buen papel. Hay que recuperar esa mística y el acompañamiento de la gente. Eso nos llevará a un buen lugar y a pelear arriba, porque el club se merece esas cosas”, manifestó el joven que busca afianzarse en el equipo titular.
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