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SUSCRIBITE La expectativa e ilusión de casi todos los futbolistas ofensivos del seleccionado es trasladar la magnífica temporada que tuvieron en sus clubes a la Copa América. Sería el broche ideal antes de irse de vacaciones. Si Messi , Tevez , Agüero , Higuaín y Lavezzi extienden el nivel promedio de los últimos 10 meses y armonizan colectivamente, la Argentina puede tornarse incontrolable para cualquier rival.
Esta regla de los atacantes tiene una excepción en Ángel Di María, que acude al llamado del seleccionado como quien va a una terapia de recuperación para reencontrarse consigo mismo. Una oportunidad para volver a sentirse determinante, valioso, confiado, seguro. Todos esos intangibles que sólo muy esporádicamente vivió en su primera temporada en Manchester United, al que se incorporó en agosto desde Real Madrid en una operación de alto impacto económico y mediático: los 75 millones de euros que pagaron por él lo convirtieron en la transferencia más alta en la historia para un jugador argentino y para la Premier League.
Pero en el fútbol no siempre lo que establece el mercado tiene un correlato inmediato en la cancha. Hay variaciones y distorsiones. Y en este caso, ni Manchester United, ni sus hinchas, ni Louis Van Gaal ni el propio Di María quedaron conforme con la experiencia de su primer año en Inglaterra. "Fue una temporada difícil para mí. Me costó, es otro país y una liga más dura que la de España. La Premier es físicamente más fuerte. No me adapté como hubiese querido. Jugué menos minutos de lo pensado, el técnico (Van Gaal) me probó en varios puestos, hasta que me mandó al banco", expresó Di María en el diario The Sun.
Esta actualidad inestable no lo hace dudar a Gerardo Martino sobre la alta consideración que tiene por Di María. Figura (la nación lo calificó con 10) en el amistoso que la Argentina le ganó 4-2 a Alemania en el debut del Tata, en septiembre pasado, el extremo izquierdo fue titular en seis de los siete partidos del ciclo. Esta noche estará desde el comienzo en el amistoso contra Bolivia y el sábado próximo en el debut en la Copa América ante Paraguay. Martino confía en que el entorno del seleccionado lo ayudará a volver a sentirse pleno. "Tengo la expectativa de que acá recuperará la autoestima, creo que todo pasa por ahí. Y en ese caso volverá a su mejor versión. A nosotros no nos tiene que demostrar nada", le expresó el DT a la nación hace un par de semanas. Di María encuentra amistad y contención en sus amigos rosarinos del plantel: Messi, Banega y Lavezzi. Es un grupo que se apoya mutuamente, muy compinche, que convive sin celos ni egoísmos. Para tres de ellos fue un golpe emocional cuando Sabella dejó afuera a Banega en el último corte para el Mundial.
Desde hace varias semanas, no son pocos los rumores que sitúan a Di María en otro equipo para la próxima temporada, si bien tiene contrato hasta 2019 con el United. A la deuda futbolística hay que agregar que sufrió un robo en su casa de Manchester. Hubo insistentes versiones de que Paris Saint Germain está interesado; en las últimas horas, algún medio de España indica que Di María habría sondeado la posibilidad de volver a Real Madrid, lo cual fue desmentido y además es imposible mientras esté el presidente Florentino Pérez, que no atendió el pedido de Ancelotti para que no lo transfiriera. Di María sólo anunció dos pasos: jugar la Copa América y volver a Manchester.
Su salida de Real Madrid no tuvo lógica. Fue elegido el mejor de la final de la Liga de Campeones ante Atlético de Madrid. En esta competencia y en la Liga de España fue el que dio más asistencias: 6 y 17, respectivamente, más otras dos en la Copa del Rey. De ese total de 25, Cristiano fue el mayor beneficiado, con ocho.
La irregularidad de Manchester como equipo tampoco le favoreció la inserción. El respaldo de Van Gaal también fue discontinuo: lo puso más abierto, más cerrado, después lo sacó. Por todas las competencias oficiales disputó 32 partidos, con un promedio de 61 minutos por encuentro y cuatro goles. En su último cotejo (ante Hull City), hace casi dos semanas, fue reemplazado a los 23 minutos del primer tiempo por una molestia en el muslo posterior derecho de la que está recuperado. Dentro de un balance poco positivo, le quedó un dato reconfortante: su gol de emboquillada a Leicester fue elegido por usuarios de Twitter como el más lindo de la Premier League. Un destello aislado de alguien que espera volver a enchufarse en el seleccionado.
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