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SUSCRIBITE La viveza criolla se mudó de continente este fin de semana e hizo su aparición estelar en el fútbol de Alemania. El protagonista fue el suizo Marwin Hitz, arquero del Ausburgo, quien se vistió de villano y fue el autor de la jugada más sucia del fin de semana.
En el partido contra el Colonia, mientras discutía con el árbitro por el penal que había cobrado en contra de su equipo, con los tapones de sus botines destrozaba el césped que rodeaba la zona de ejecución.
El resultado fue óptimo para el arquero: el delantero Anthony Modeste cayó en la trampa, resbaló cuando en plena carrera pisó la zona dañada y le pegó a la pelota cayendo al piso. El disparo defectuoso fue atajado por el arquero y su equipo ganó 1-0 con un gol de Raúl Bobadilla.
Los tres puntos le permitieron al Ausburgo tomar algo de distancia con respecto a los equipos que están en el fondo de la tabla.
Después del partido, y con los tres puntos en el bolso, el arquero se mostró arrepentido y prometió "no volver a hacerlo más".
Este mismo jugador ya había sido protagonista, en febrero, de una alegría para los hinchas del Ausburgo. Claro que en aquel caso fue una acción sin polémica: marcó un gol en el tercer minuto de descuento del partido que su equipo perdía con el Bayer Leverkusen y el partido terminó 2-2.
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