El fin de semana, Capurro de Cipoletti de Río Negro chocó contra un paredón; tres días después, le pasó al hermano de Gigliotti.
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SUSCRIBITEEl fin de semana, Capurro de Cipoletti de Río Negro chocó contra un paredón; tres días después, le pasó al hermano de Gigliotti.
"Tras la dolorosa pérdida de Emanuel Ortega, la AFA se puso en acción para concretar la instalación de protección en los paredones perimetrales de los campos de juego. Para el inicio de los trabajos, primero debió procederse a la búsqueda del material indicado y luego al acopio del mismo (...) Así, los estadios de Colegiales, San Martín de Burzaco y Tristán Suárez ya cuentan con las colchonetas protectoras. En lo que resta de la semana, otro club se verá beneficiado con la instalación. Y, para la semana que viene, está previsto el comienzo de las tareas en otras cuatro canchas", este comunicado salió publicado ayer en la página de AFA, luego del accidente que se produjo en el partido entre Midland y Argentino de Quilmes, cuando Sebastián Gigliotti chocó contra un paredón, perdió la consciencia, y terminó internado.
Emanuel Ortega, jugador de San Martín de Burzaco, falleció el 14 de mayo último, tras pasar dos semanas internado luego de chocar contra un paredón durante un partido. Tras la semana de luto que propuso la AFA, con una fecha suspendida, desde la calle Viamonte anunciaron que en 90 días todas las canchas tendrían "protección en los paredones lindantes al campo de juego", pero nada de eso sucedió. Apenas un puñado de clubes lo hicieron. Desde entonces, cinco jugadores impactaron contra los paredones de los estadios y sufrieron distintas lesiones en el fútbol del ascenso.
Luego de lo ocurrido ayer en el estadio de Argentino de Quilmes, con el choque de Sebastián Gigliotti,Luis Segura declaró en la puerta de la AFA que ahora los clubes tendrán "45 días de plazo" y contó que las protecciones se "irán colocando en los estadios que tengan las paredes más cerca de las líneas de cal, las más peligrosas". Sin embargo, el tiempo pasa y los cambios no suceden.
Apenas 17 días después de la muerte de Ortega, Gonzalo Cendra chocó contra un paredón en el partido que jugaban Deportivo Sarmiento de Coronel Suárez contra Kimberley de Mar del Plata, por el Torneo Federal B. Sufrió un leve traumatismo y recibió algunos puntos de sutura por el impacto.
El 13 de julio el jugador de Barracas Central Javier Rossi fue protagonista de una situación similar. Chocó su cabeza contra los muros perimetrales del estadio de su equipo, que jugaba ante Defensores de Belgrano por la Primera B. Fue atendido rápidamente por los médicos de ambos planteles y luego, trasladado al Hospital Británico. Habían pasado casi dos meses desde la muerte de Ortega, 60 de los 90 días que la AFA había prometido para acondicionar los estadios, pero aún no había cambios.
El 23 de agosto, fecha en la cual las remodelaciones ya debían estar efectuadas, Pablo Lengman se fracturó la muñeca y se cortó la ceja al chocar contra la pared del fondo de la cancha. Jugaban por el Torneo Federal B Argentino Peñarol de Córdoba y Atenas de Río Cuarto, el equipo de Lengman.
En los últimos tres días, sucedieron dos situaciones similares con jugadores que fueron hospitalizados por este tipo de choques. El fin de semana, en un partido que disputaron Unión Aconquija de Catamarca y Cipolletti de Río Negro, por el Torneo Federal A, Juan Capurro, de Cipolletti, fue víctima de una secuencia que ya parece costumbre. El mediocampista de 21 años llegó hasta el costado de la cancha y se desplomó contra el paredón que divide el campo de juego de la tribuna. "Gracias a Dios llegué a poner los brazos antes de golpear. Si no, capaz ni la contaba. Sólo me raspé un poco", declaró Capurro luego del accidente.
El último incidente sucedió ayer con Sebastián Gigliotti, el hermano del ex delantero de Boca, que jugando para Midland contra Argentino de Quilmes, por la Primera C, chocó contra el paredón. Lo sacaron en ambulancia y fue internado, aunque ya le dieron el alta médica esta mañana.
"Yo no pido que se pare el fútbol, pero, si se decide que no se juega más, en 48 horas están todas las canchas con colchonetas", sostuvo Gigliotti.
"La solución es sacar los paredones", dijo César Sosa, el vicepresidente de Argentino de Quilmes esta mañana. Gabriel Ostanelli, vicepresidente de San Martín de Bruzaco (club en el que jugaba Ortega), fue por la misma línea: "Yo sacaría los paredones". Lo cierto es que el fútbol avanza y las medidas no se ejecutan. Mientras tanto, los futbolistas pasan a ser las víctimas.
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