El gran regreso de Bandana para festejar sus 25 años de carrera.
La impronta pop que dejó huella en toda una camada volvió a desatarse este domingo por la noche en el boliche Moscú de Buenos Aires. Con todas las entradas vendidas y un ambiente de entusiasmo que se palpaba desde mucho antes, Bandana —el grupo integrado por Lourdes Fernández, Lissa Vera, Valeria Gastaldi y Virginia da Cunha— protagonizó un regreso largamente anhelado por miles de seguidores que crecieron acompañando sus canciones.
El reencuentro de Bandana reunió a Lourdes Fernández, Lissa Vera, Valeria Gastaldi y Virginia da Cunha en una noche de euforia pop.
La presentación se enmarcó dentro de la fiesta L.A.T.M. +35, impulsada por el DJ Tommy Muñoz, y funcionó como un anticipo inmejorable del 25° aniversario del conjunto nacido en el programa Popstars en 2001. Lo vivido durante la noche dejó en claro que, pese al paso de los años, su presencia sobre el escenario conserva la misma energía que las convirtió en un fenómeno.
La fiesta L.A.T.M. +35 sirvió como antesala del aniversario 25 de Bandana, con entradas agotadas y fanáticos emocionados.
Expectativa y preparación previas al gran regreso de Bandana
Las cuatro artistas venían alimentando la expectativa a lo largo del fin de semana desde sus redes: prácticas previas, preparación de maquillaje, escenas del detrás de escena, evocaciones de sus años de mayor fama y mensajes cargados de entusiasmo que dejaban en claro que, pese al tiempo y a los caminos distintos, la química creativa permanecía intacta.
En el escenario montado en el lugar, el grupo repasó sus mayores éxitos con un setlist preparado especialmente para los fanáticos.
“Es hoy, es hoy, es hoy”, insistió Lowrdez horas antes, mientras su equipo ajustaba su estilismo. Lissa, fiel a su impronta, publicó una selección de imágenes que cruzaban las Bandana de 2003, 2016 y la versión 2025, reforzando la idea de que la banda siempre encuentra la forma de resurgir. Valeria, durante un ensayo, expresó: “Todo es felicidad”. Y Virginia, con un tono más introspectivo, habló de “magia, guía y hermandad” en un mensaje que su comunidad recibió con entusiasmo.
Cuando finalmente cayó la noche, el esperado momento se hizo realidad. Bandana salió a escena y no defraudó. Las cuatro artistas aparecieron con atuendos negros cuidadosamente combinados, apostando por una imagen poderosa, seductora y profundamente pop, con toques glam, brillos estratégicos y botas altas que retomaban el estilo de los 2000, aunque adaptado a la moda actual.
La lista de temas que el grupo eligió para una noche mágica con el público.
Lowrdez optó por una musculosa oscura de tiras, una minifalda con destellos y botas altas con flecos. Lissa eligió un vestido corto adornado con tachas, accesorios de gran tamaño y botas con plataforma. Virginia subió al escenario con un top y una falda mínima con transparencias, sumados a guantes negros con lentejuelas y botas altas. Valeria completó el cuadro con un crop top y shorts negros de gasa translúcida, maquillaje luminoso y botas con flecos.
Estilo, presencia y un setlist cargado de clásicos
La propuesta general resultó evidente: una imagen conjunta coherente, presencia sólida sobre las tablas y un retorno potente, con Bandana desplegando estilo propio, energía escénica y un perfil pop absoluto.
Las coreografías originales de Bandana regresaron con arreglos modernos, demostrando vigencia y profesionalismo sobre el escenario.
Sobre la tarima instalada para la ocasión, el cuarteto revivió sus temas más populares mediante una lista de canciones diseñada especialmente para su público histórico. La velada arrancó con “12 horas”, luego de una introducción breve, y siguió con una seguidilla de infaltables: “Maldita Noche”, “Muero de Amor”, “Cómo Puede Ser”, “Guapas”, “Nadie Como Yo” y un final encendido con “Llega la Noche”, el éxito que hizo estallar la pista y dejó claro que el encanto de la banda permanece intacto.
Cada tema fue recibido con una energía desbordante, en especial 12 horas, Guapas y Llega la Noche, aquellas canciones que entre 2001 y 2002 marcaron la vida de quienes entonces eran preadolescentes y que, más de veinte años después, volvieron a cantarlas con la misma emoción.
A pesar de las tensiones recientes, Bandana mostró unidad y complicidad, dejando abierta la posibilidad de nuevos proyectos futuros.
Coreografías intactas y la química que conquista al público
Las rutinas de baile clásicas reaparecieron casi sin alteraciones, apenas actualizadas con recursos más contemporáneos, y ejecutadas con una precisión sorprendente pese al paso del tiempo.
Los juegos de luces —en tonos rojos, violetas y azules— acompañaron cada instancia y reforzaron la impronta vibrante del espectáculo.
A pesar de los roces recientes —especialmente tras el episodio de violencia de género que sufrió Lowrdez y la posterior denuncia presentada por Lissa— lo que se presenció durante la velada fue totalmente distinto: solidaridad, química en escena, sonrisas compartidas y un nivel de profesionalismo que dejó cualquier polémica previa completamente de lado.
Las cuatro intérpretes se abrazaron en múltiples ocasiones, intercambiaron gestos de complicidad y se agradecieron mutuamente frente a la audiencia. Aunque no se anunció oficialmente ninguna gira ni proyecto próximo, la reacción del público dejó en evidencia que Bandana podría regresar en cualquier momento y contar con miles de seguidores listos para recibirlas con entusiasmo.