Desde que comenzó la administración libertaria se han producido cambios importantes en el país, más allá de que a muchos les cueste verlos y aún entenderlos.
Aprender a darse vuelta con lo que se tiene
Análisis político del país por Alberto Siufi.
Cambios, por ejemplo, en la obra pública, que no tendrán marcha atrás y que nos llevarán a pensar cómo convivir con ellos de la mejor manera posible.
Ante esta realidad, algunos ya empezaron a generar acciones propias que nos habilitan a creer que han entendido los nuevos tiempos que se avecinan. Un ejemplo de esto es el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir.
Jujuy empezará a cobrar la atención en salud a extranjeros
El gobernador santafesino, por iniciativa propia, anunció la obra de un gasoducto donde va a invertir, de plata de los santafecinos, 196 mil millones de pesos. Estamos hablando de la construcción de 610 kilómetros de tuberías dentro de la provincia de Santa Fe, que beneficiarán a 45 ciudades y que posibilitarán llevar gas natural a 120 mil habitantes y a más de 200 industrias.
Esto demuestra, de alguna manera, que Pullaro entendió que ir a tocar la puerta a Nación iba a ser en vano y de que nunca le iban a construir el gasoducto mediante algún mecanismo de obra pública.
Dentro de este marco, el mandatario de Santa Fe también anunció la construcción de rutas por 65.700 millones de pesos para mejorar la red vial de su provincia y, sobre todo, mejorar las vías destruidas (que durante años se prometió arreglar por parte del Gobierno nacional) por donde se sacan las exportaciones de granos a los puertos.
Y, si bien, estos anuncios eran más que necesarios para que el empresariado no siga sufriendo tanto, los mismos tienen la particularidad de ser afrontados con fondos provinciales.
En esta misma línea, el gobernador jujeño Carlos Sadir también entendió que la obra pública no va a volver, por eso convocó al sector privado para trabajar en conjunto con el Estado y así comenzar a encarar obras viales y de construcción de viviendas.
Ejemplo de esto, es el trabajo que inicio el Colegios de Ingenieros con el Instituto de Viviendas y Urbanismo de Jujuy para concretar un proyecto que brinde soluciones habitacionales para los profesionales del área.
Iniciativas públicas-privadas que podrían verse reforzadas – en algún momento - por aportes del Gobierno nacional (si se mejora la cuestión fiscal) bajó la forma de un fideicomiso o de algún otro mecanismo.
Amén de esto, si se dejan pasar los días creyendo que Nación va a hacer algo, vamos a estar incurriendo en un grave error.
Hay que comenzar a “hacer”, como lo hizo el Concejo Deliberante Capitalino en la última semana, donde se aprobó la creación de un Régimen Municipal de Contratación que permitirá instrumentar la cooperación entre la Municipalidad de San Salvador de Jujuy y el sector privado interesado en la ejecución y el desarrollo conjunto de obras y/o servicios públicos.
O el “hacer” que concretó el Gobierno de Jujuy al suscribir un acuerdo con Vialidad nacional para hacerse cargo de las obras de la Ruta nacional N° 34. Obras que, si no las hace la provincia, jamás se van a hacer, y va a llevar a que sigan muriendo jujeños en tan peligrosa vía.
Dentro de este marco, también se enmarca los trabajos de repavimentación de más de 60 km de rutas provinciales por más de 20 mil millones pesos, los cuales se concretarán con fondos provinciales y con empresas jujeñas que también aportarán para la concreción de las obras.
El fin de los subsidios
La realidad es que cambiaron muchas cosas en el país y es muy probable que hayan cambiado para siempre.
En el caso del transporte, por ejemplo, hay que dejar ilusionarse. No nos van a dar un peso más desde Nación, nos parezca justo o no. El tema de los subsidios es un tema terminado.
Hace cuánto tiempo que vienen los Gobernadores del Norte grande juntándose y planteando el tema, y no pasa nada.
No nos podemos quedar en la historia de los subsidios. Hay que sentar en una mesa a todos los actores y discutir en serio el futuro del transporte. Y habló de discutir tomando decisiones que seguramente serán complejas, como lo es la continuidad de las gratuidades.
El sector político va a tener que decidir qué hacer con el BEGU, entre otros puntos, más allá de que el tema sea políticamente incorrecto y lleve a pagar un alto costo.
No queda otra que ver qué se hace con el tema y ser conscientes de que no va a haber más subsidios desde Nación.
Jorge Macri, intendente de la ciudad autónoma de Buenos Aires, entendió ahora el fin de los subsidios. Y en vez de gritar, pateo el tablero y le pidió a Nación el traspaso total de todas las líneas para tener el control del sistema.
Ahora el Gobierno porteño tendrá que ver qué hace con las tarifas y cómo va a ser el aporte del municipio.
Lamentablemente, ya no hay nada por hacer en el tema de los subsidios. La cuestión se cerró y hay que hacerle frente.
Hoy hay que gobernar de una manera distinta. No se puede seguir obrando como antes, aún más, en tiempos de vacas flacas y donde al Gobierno nacional le interesa poco o nada si se hacen obras o se paga más caro el boleto del transporte.
Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, se va a pasar el tiempo que quiera reclamando fondos a Nación y no va a obtener respuesta alguna. ¿O acaso alguien cree que a La Rioja le van devolver los montos por los ATN, que siempre se supo que eran discrecionales de cada administración y que no tenían que devolver nada?
Por más que diga que los aportes del tesoro le significan un 11%, no le van a devolver nada a La Rioja. Ni aunque se declare en default, el ministro de economía, Luis Caputo, va a salir en ayuda de la provincia del noroeste. Es más, la va a dejar que se hunda.
Hay cosas en este país que cambiaron radicalmente. Y el que no las entienda, va a ver pasar el tren y se va a quedar aplaudiendo.
Olvídese del Estado. Hay cuestiones en las cuales el mismo ya no va a estar presente.
Llegó la hora de adaptarse al nuevo tiempo y de arreglárselas con lo que se tiene.
¡Buen inicio de semana para todos!
Alberto Siufi.