En la escuela 23 de agosto, de barrio Cuyaya, durante la mañana hay clases. No es con normalidad, más de la mitad de los grados no están presentes. Hay 12 grados en el turno matinal y sólo 5 tienen actividad normal. Por la tarde, las 9 aulas que deberían cursar van a estar vacías porque el acatamiento a las medidas de fuerza es mayor.
Dispar acatamiento en las escuelas
En algunas escuelas públicas no hubo clases ayer ni hoy. En otras, la actividad se redujo casi en un 50%.
Según cuenta Graciela González, la vicedirectora, esa escuela “en general no hace paro” y el próximo jueves se juntarán con los padres de los alumnos para evaluar la situación de estos días. También contó que muchos padres llamaron por teléfono o se acercaron a la escuela para informarse si los docentes iban o no a adherir a la medida de fuerza sindical.
Por otro lado, en el Bachillerato N° 21, la directora Rosa Sánchez dijo que en su escuela la adhesión al paro fue prácticamente total, “al punto que no pudimos dar clases ayer y hoy”.
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Estas dos jornadas son aprovechadas por el personal de servicio para realizar “tareas de limpieza más profunda”.
La directora lamentó la medida de fuerza y opinó que la “discontinuidad (de las clases) no conlleva a la calidad educativa”, además de que muchas veces “no pueden acompañar y cumplir con” los alumnos que participan en proyectos interdisciplinarios.