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SUSCRIBITE El pequeño cuando volvió a la escuela.
Mauri con un cartel que dice "vencí al cáncer".
Mauricio tenía 5 años cuando le detectaron el linfoma de Hodgkin que es un cáncer en el sistema linfático, y durante meses luchó junto a su familia para vencer a este dura enfermedad. Esta semana recibió el alta y hasta volvió a la escuela.
Ellos son oriundos de Monterrico y sobre cómo comenzó esta historia que tiene un final feliz, Dalma, su madre habló con TodoJujuy.com y dijo que "a principios de año le salió una pelotita en la axila. Es decir, que el cáncer estaba en los ganglios. Fue primero a la pediatra, le hizo distintas tipos de tratamientos y nunca se le iba esa pelotita".
Entonces, en el hospital de Perico, donde el pequeño fue atendido, lo derivaron para el hospital de Niños y ahí le dieron el duro diagnostico, "en la sala de oncohematología le hicieron más estudios hasta que con una tomografía se descubrió que además de esa pelotita que se veía claramente en la axila, tenía tres más internos", añadió.
Tras ese diagnostico le hicieron una cirugía para sacarle el tumor que tenía en la axila y se lo sacaron, pero para eliminar los otros dos tuvo que hacer un tratamiento de quimioterapia. Su madre asegura que recién después de la operación le confirmaron que era cáncer.
Dalma contó que para hacerle la quimioterapia debían internarlo y a los 3 o 4 días le daban el alta. Antes de eso, tuvo una internación de más días cuando lo operaron.
Pese a los efectos secundarios que son muy duros de este tratamiento que es efectivo pero con complicaciones, Mauri supo mantenerse fuerte y afrontar esos dolores de la mejor manera.
"Fueron tres meses de quimio, hasta que nos dieron el alta. La verdad que fue un camino difícil y doloroso, a él le costó mucho adaptarse a todos los pinchazos que le daban, la quimio fue por suero que le provocó caída de cabello. Después de la última empezó a renovar su cabello y ya está bien", mencionó la mamá.
Después de ese duro proceso empezó a llegar la calma hasta este lunes le dieron el alta y al día siguiente Mauri ya asistió a la escuela con una alegría inmensa.
Sobre esta lucha contra el cáncer, Dalma y su esposo contaron que "aprendimos junto con su padre a disfrutar y valorar la vida, que todo puede cambiar de la noche a la mañana. Hay que valorar y disfrutar de la crianza de nuestro hijo. Los niños son muy fuertes y nunca hay q perder las esperanzas".
Por último agradeció a todo el personal del hospital de Niños que estuvo en este camino acompañando al pequeño en su lucha contra esta enfermedad.
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