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SUSCRIBITE Hace tres años que la vida de Belén Digan cambió completamente. Cuando estaba embarazada de seis meses, en Libertador General San Martín, a su bebé le diagnosticaron miocardiopatía, por lo que fue trasladada al hospital Italiano y en ese lugar dio a luz a Mía Valentina.
La pequeña nació en abril de 2014 y tuvo varias altas, pero hace más de 1 año y 3 meses (desde febrero de 2016), está internada, en emergencia nacional, y conectada a un corazón artificial a la espera de un trasplante.
En este tiempo, la pequeña ya fue intervenida ocho veces por complicaciones en la coagulación que bloquearon válvulas de la máquina que hoy actúa como corazón.
“Es una situación difícil, uno trata de estar bien. Ella es feliz y no nos permite estar mal, es una criatura muy activa y esas son las cosas que no te dejan caer”, indicó Belén en diálogo con TodoJujuy.com en el día nacional de la donación de órganos.
Como el hospital tiene internación conjunta, la madre y la abuela de la niña viven todo el tiempo junto a ella y se dividen los horarios para poder descansa y realizar otras actividades. Además, el Instituto de Seguros de Jujuy les alquiló una casa en frente del centro médico.
No cabe dudas que vivir a más de 1.500 kilómetros de la familia no es fácil pero Belén destaca “la contención que reciben en el hospital. Mía tiene muy buena relación con los trabajadores, a algunos los llama tíos. Nos hace mucho más fácil las cosas”.
Tras 3 años en Buenos Aires, Belén se vio tan involucrada con la salud que empezó a estudiar enfermería. “Me vi en la necesidad de perfeccionarme, conocer más sobre cuidados de ella, ayudar al otro”, indica y explica que hoy le toca estar de los dos lados, siendo la que tiene conocimientos y paciente.
“La gente tiene que entender que la donación de órganos es vital, hoy es mi hija pero el día de mañana puede ser cualquier otro”, asegura la madre y destaca que está cansada de ver a su hija creciendo entre cuatro paredes: “merece ser feliz afuera, el día que tengamos ese corazoncito lo vamos a cuidar mucho”, finalizó.
Es importante que, más allá del dolor que genera la pérdida de un familiar, tomemos consciencia, nos informemos, nos involucremos y lo hablemos en familia para tomar esa decisión de ser donante de órganos.
El caso de esta niña es muy conocido en toda la provincia a través del facebook “Un corazón para Mía Valentina”, y por lo pronto siguen esperando un corazón pediátrico compatible que le permita cambiar completamente su calidad de vida. La pequeña puede recibir el órgano de una persona de hasta 32 kilos y compatible con su tipo de sangre.
Si querés ser donante, es importante expresarlo ante tus familiares e inscribirte. Podés hacerlo la web del Incucai.
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