Unasur mediará entre la oposición y el Gobierno venezolano

El de Venezuela es un constante conflicto de moderada intensidad, con frecuentes picos. Entre febrero y junio de 2014, cuando se produjeron las protestas promovidas por la facción de la oposición que desea la inmediata salida de Maduro, los cancilleres, acompañados por el representante del Vaticano en Caracas, intentaron apaciguar los ánimos con soluciones concretas. Unasur consiguió que el chavismo hiciera una renovación parcial de los poderes públicos, tema que había postergado a conveniencia. La selección de los nuevos cargos se completó en diciembre con un arrase casi total de aspirantes afines al Gobierno. Pero poco más pudo hacer. La oposición decidió levantarse de la mesa por la falta de voluntad del Ejecutivo de cumplir con los acuerdos alcanzados en las conversaciones.

Desde entonces, el Gobierno está encarcelando a quienes solicitaron su fin anticipado, lo que ha vuelto a agitar la política local. Al encarcelamiento del líder de Voluntad Popular y exalcalde del municipio caraqueño de Chacao, Leopoldo López, se ha sumado, entre otros, el exilio y la prisión del alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos, y de jóvenes como Lorent Gómez Saleh y Gerardo Carrero, retenidos en el quinto sótano de una de las sedes del Sebín (la policía política venezolana) en condiciones de extremo aislamiento, según sus familiares.

La oposición recela de este nuevo llamado a causa de la postura asumida por Samper, quien les ha condenado en varias ocasiones y no es percibido como una figura imparcial. De entrada, desconfían de que se alcancen acuerdos que puedan cumplirse en plazos perentorios. El chavismo siempre ve los pactos con sus contrarios como una forma de traición al ideario de su fallecido líder, Hugo Chávez.