Un estudio publicado en la revista The Lancet, que analizó datos de 21 países, reveló datos aterradores sobre el daño que causaron las muertes por la pandemia, y Argentina, también presenta números muy preocupantes.
Argentina: 13 mil menores perdieron a su papá, mamá o ambos
En la República Argentina más de 13 mil menores de edad sufrieron la muerte de un padre, madre o ambos, como consecuencia del avance del coronavirus.
El estudio incluyó a países como Brasil, Colombia, Inglaterra y Gales, Francia, Alemania, India, Irán, Italia, Kenia, Malawi, México, Nigeria, Perú, Filipinas, Polonia, Rusia, Sudáfrica, España, Estados Unidos y Zimbabwe, además de Argentina. El análisis de esta lista de países representa el 76,4% de las muerte por coronavirus a nivel mundial.
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En nuestro país el estudio evidencia que, desde el primero de marzo del 2020 al 30 de abril del 2021, 2.658 menores perdieron a su madre por muertes asociadas al avance de la pandemia. Más de 10 mil menores argentinos perdieron a su papá y 4 perdieron a ambos por causa asociadas al coronavirus.
El resultado de esta investigación tiene como conclusión que 13.003 menores de edad perdieron a su papá, mamá o ambos, y la cifra se extiende a 14.117 si se cuenta la muerte de su abuelo, abuela o ambos. En este caso la cifra se desdobla porque se trata de adultos mayores, resaltando que se produjeron 533 decesos de abuelos, 577 de abuelas y 2 de ambos.
Además, el estudio tuvo como base la mortalidad por contagio y aquellas causas ocasionadas indirectamente como las restricciones, la falta de acceso a la salud y enfermedades crónicas.
Otra de las apreciaciones que preocupa en base a los resultados obtenidos en este estudio, es el impacto que estas pérdidas generarían en los niños por el riesgo de los que esto implica, y la ausencia de un apoyo en su crecimiento.
En este marco, la principal consecuencia y temor que existe después de semejante daño es que los niños que pierden a sus cuidadores principales tienen mayores riesgos de pobreza, malnutrición, deserción escolar y problemas de salud mental, violencia física, emocional y sexual.
Para evitar o minimizar semejante daño los autores del informe proponen como estrategia fundamental prevenir la muerte de los cuidadores mediante la administración de vacunas y la atención continua a las medidas de mitigación, las pruebas, el rastreo de contactos y el aislamiento, como así también preparar a las familias extendidas o de acogida para atender a los niños que se quedan sin cuidado parental a fin de evitar la institucionalización de ellos”, explicaron Susan Hillis y Laura Rawlings.
La investigación “Estimaciones mínimas mundiales de niños afectados por la orfandad asociada al COVID-19” fue realizada por el Grupo de Referencia Mundial sobre los Niños Afectados por la COVID-19 que integran académicos de la Universidad de Oxford, la Universidad de Harvard, el Imperial College de Londres, y profesionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No existen demasiadas referencias históricas de un episodio así. En el año 1918 un número enorme de niños perdió a sus tutores, padres o cuidadores como consecuencia de la epidemia de VIH-SIDA, Ébola y la Gripe Española.
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