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Eligieron a Iruya como uno de los mejores pueblos del mundo

Eligieron a Iruya como uno de los mejores pueblos del mundo

¿Cómo es Iruya?

Ubicado a 2780 metros de altura sobre el nivel del mar y con tan sólo 1523 habitantes, sus calles son angostas y empedradas, con casa de adobes, piedras y paja. Está dentro de la reserva de biosfera de las Yungas, protegida por la Unesco desde 2002 y en 1995 fue declarado Lugar Histórico Nacional.

La iglesia "San Roque y Nuestra Señora del Rosario", uno de los emblemas arquitectónicos de la provincia, fue fundada en el año 1753, inaugura el pasaje de entrada, donde frente a ella se celebran las fiestas y danzas típicas.

Entre ellas está la Fiesta Patronal en honor a la Virgen del Rosario, la más importante del pueblo. Se ornamental las calles con repique de campanas y el Ángelus; continúa hasta el domingo cuando miles de fieles y turistas acuden al pueblo, comienza con la “Salva de Bombas”, adoración del Alba por los cachis, rosario, misa para los Peregrinos e incensación de las imágenes.

La Fiesta Patronal en honor a San Roque es muy especial, donde se les coloca a los perros un collar hecho con retazos de diferentes telas, lo que los hace lucir coloridos y recuerda la protección por parte del santo hacia las mascotas.

En Iruya se hace la danza de los cachis, hombres integrantes de una especie de ballet sagrado que realizan la danza frente a la Iglesia en honor a la Virgen. Dos caballeros, un toro y tres parejas de distintas edades que encarnan al conjunto del pueblo, al ritmo de erkes (o cornetas), cajas, flautillas y cascabeles, son el atuendo de algunos bailarines.

¿Cómo llegar?

El camino es largo y sólo se puede acceder a Iruya desde Jujuy, recorriendo la ruta Nacional Nº 9, a 26 km. El auto el tiempo estimado de llegada es de dos horas, por caminos de alta montaña y con dificultades al manejar, por lo que se recomienda hacerlo en camioneta o 4×4.

También se puede llegar en transporte público desde Humahuaca, Purmamarca o Tilcara, en un viaje que demanda entre cinco cuatro y cinco horas, aunque en este caso con conductores más acostumbrados al sinuoso del camino.