Si hay una costumbre que define y conecta a los argentinos como ninguna otra, esa es el mate, consumido casi a cualquier hora del día. Esos primeros “amargos” matutinos que se comparte en la oficina mientras se intercambian las primeras charlas con los compañeros tienen un valor especial.
Ni hablar del momento en que le decís a una amiga: “poné la pava que llego en cinco minutos”, generando esa sensación de cercanía y disponibilidad típica, un ritual tan argentino que aunque dure apenas media hora permite cortar la rutina y reconectar con la compañía.
En el país se consumen unos 100 litros de mate al año por persona.
En Argentina, el mate suele ir de la mano con el encuentro: muchas veces funciona como la “excusa” perfecta para disfrutar de un momento agradable con seres queridos, o como un instante de pausa para relajarse y reflexionar mientras se toma el amargo, dejando de lado por unos minutos cualquier obligación. Con o sin hierbas, y siguiendo diversas maneras de prepararlo, el mate se consume a cualquier hora y siempre garantiza un instante de reconexión y calma.
Orígenes de la tradición del mate
De acuerdo con información publicada en el portal de Cultura de la Nación, los primeros en cuidar y consumir la yerba mate fueron los guaraníes. Ellos utilizaban sus hojas como bebida, elemento ritual e incluso como medio de intercambio en los trueques con otras comunidades. En su idioma, caá significa yerba, planta o selva, y para este pueblo, el árbol de la yerba mate era considerado un regalo divino.
No obstante, se estima que los conquistadores fueron quienes difundieron su uso y sus propiedades durante el período del Virreinato del Río de la Plata, a comienzos del siglo XIX. Más adelante, los Jesuitas introdujeron su cultivo en las reducciones guaraníes, lo que permitió que la yerba mate se popularizara entre la población.
Para curar el mate vas a necesitar untar con algun material graso, yerba y agua caliente.
A partir de ese momento, el mate se consolidó como una de las tradiciones más perdurables, que ha permanecido prácticamente inalterable durante siglos, arraigándose profundamente en la cultura y extendiéndose a nivel internacional. Hoy en día, en Argentina cada persona consume en promedio alrededor de 100 litros de mate al año.
Cómo curar un mate de madera
- Antes que nada, conviene verificar que el mate esté completamente limpio y en óptimas condiciones para su uso.
- continuación, se recomienda engrasar el interior del mate con algún producto graso, como aceite o manteca, y dejar que repose durante un día completo para que se impregne correctamente.
- Finalmente, se debe llenar el mate por completo con yerba húmeda o con hojas que ya hayan sido previamente utilizadas, asegurando que absorba los aromas y sabores.
- Se debe verter agua caliente hasta que la yerba se hinche y quede bien cubierta, asegurando que todo el interior del mate absorba el líquido.
- Luego, conviene dejar reposar el mate al menos 24 horas, y si es posible, repetir este procedimiento dos o tres veces antes de preparar el primer mate para beber.
- Otra opción efectiva consiste en aplicar una fina capa de aceite o manteca sobre la superficie interna del mate de madera, lo que ayuda a sellar sus poros y prolongar su durabilidad.
Sumate al Canal de WhatsApp de TodoJujuy.com
Recibí las noticias en tu celular sumándote al Canal de WhatsApp de TodoJujuy.com. Ingresá al siguiente enlace: https://whatsapp.com/channel/0029VaQ05Jk6BIErMlCL0v0j
Si querés, podés activar las notificaciones.
Además, podés comunicarte con nosotros a través del WhatsApp de las Noticias al 3885007777.
Copyright © Todo Jujuy Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas. Derechos de autor reservados.