Las leyendas más escalofriantes de Jujuy: historias que siguen vivas en las noches
Relatos de estudiantes, monjas y almas que aún vagan por las calles jujeñas. Jorge Vilte, guía de turismo, rescata los mitos más antiguos que resisten al olvido.
Entre los cerros y los adoquines del casco histórico, Jujuy guarda historias que se niegan a morir. En cada esquina, en los patios de las escuelas centenarias y en los pasillos de los edificios antiguos, todavía se oyen murmullos que pertenecen a otra época.
El guía de turismo Jorge Vilte recordó ese lado misterioso de San Salvador de Jujuy. “Hay mitos que vienen de los siglos XVI y XVII, y lamentablemente se están perdiendo. Queremos que sigan presentes”, explicó.
Vilte recopila testimonios, anécdotas y relatos que se transmiten hace generaciones. Muchos de ellos ocurren en lugares emblemáticos del centro, donde el pasado colonial y religioso dejó su huella.
El estudiante que nunca recibió su nota
Entre las historias más recordadas aparece la del Colegio Nacional N°1 “Teodoro Sánchez de Bustamante”, un edificio cargado de historia donde, según cuenta el personal de maestranza, se escuchan risas y pasos cuando se corta la luz.
“Los empleados aseguran que en los cursos de abajo se siente la presencia de un muchacho. Dicen que fue un estudiante de otra época, cuya alma quedó esperando una nota que nunca llegó”, relató Vilte.
Un relato similar se repite en la Escuela Normal Juan Ignacio Gorriti, donde los alumnos hablan de un joven que murió antes de recibir la calificación que esperaba. “Dicen que su espíritu sigue aguardando esa nota pendiente”, añadió el guía.
Apariciones en los baños y pasillos
Otra de las historias más conocidas sucede en el baño de mujeres del Colegio Nacional N°1. Allí, varias alumnas afirmaron ver a una chica que se peina frente al espejo. “Se arregla el cabello, se maquilla y, cuando alguien se da vuelta, ya no está”, explicó Vilte.
Colegio Nacional
Colegio Nacional (imagen generada con IA)
También abundan los relatos de monjas y sacerdotes que aparecen y desaparecen, caminando por los pasillos o en dirección al cementerio de El Salvador. Algunos vecinos aseguran que los vieron de noche, sin cruzar palabra, con el mismo hábito que usaban hace décadas.
El alma de Silvia Tejerina y la misteriosa Almita Sibila
En el cementerio El Salvador, uno de los puntos más visitados por los curiosos, se encuentra la tumba de Almita Silvia Tejerina, un caso que sigue provocando escalofríos. “Aparece al mediodía de su aniversario, como si buscara recordar su propia fecha”, señaló Vilte.
Otra figura venerada es Almita Sibila, una joven cuya muerte trágica dio origen a una leyenda de devoción popular. Se dice que protege a quienes la visitan y que, en algunas noches, su silueta se deja ver entre las cruces.
“Crecimos como ciudad, pero los espíritus siguen estando presentes”, expresó Vilte. Cada año, especialmente en fechas cercanas al Día de los Fieles Difuntos, los recorridos nocturnos y las visitas guiadas a lugares históricos recuperan estos relatos que forman parte del patrimonio cultural jujeño.
Entre luces, sombras y susurros, las leyendas mantienen viva una tradición oral que conecta el presente con los miedos y creencias del pasado.