Argentina que duele.. 

Asalariados pero pobres

Tener trabajo o estar "en blanco" ya no garantiza protección contra la pobreza en Argentina, porque aunque hay trabajo, los sueldos están por el piso.
Por  Mariana Lucero

Según el Indec la tasa de desocupación en Argentina, es baja, del 6,3%. El salario mínimo subió en mayo a $84.512 y la Ley de Movilidad Previsional actualiza el salario cada 3 meses. Aun así, en Argentina, se es pobre.

El salario mínimo de mayo es de $84.512 (lo que equivale a unos US$170 aproximadamente). Además de ser el salario más bajo de Sudamérica, después del venezolano, el sueldo argentino es insuficiente para cubrir los gastos mínimos de una familia, ya que la Canasta Básica Total (CBT) de abril (que contempla insumos básicos para dos adultos y dos niños) fue de $191.228. Más de dos salarios mínimos. Y eso ni siquiera incluye los gastos de vivienda.

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Trabajadores que son pobres

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), 4 de cada 10 argentinos son pobres, cifra que seguirá aumentando como consecuencia del nuevo impulso que tomó la inflación de abril, llegando al 8,4% mensual, respectivamente, su punto más alto desde la crisis económica de 2001, durante la peor en la historia del país.

La inflación es un fenómeno que afecta desproporcionadamente a los que menos tienen, ya que los precios que más suben son los de los alimentos que constituyen el mayor gasto para las familias trabajadoras. Según el Indec, el aumento de alimentos en abril fue del 10,1%. Con esta cifra, Argentina se ubica en el segundo puesto del ranking publicado por el Banco Mundial de los países con mayor inflación de alimentos en el mundo, con un 107% anual. En primer puesto se encuentra Líbano.

Otros de los datos del Indec señalan que en Argentina hay más empleo, sin embargo se paga menos. En abril de 2023, la tasa de empleo (TE) -que mide la proporción de personas ocupadas- se ubicó en 44,6%. El 30% de ellos, es pobre, es decir, no llega a cubrir la canasta básica total, (CBT), y como si fuera poco, el 14% son trabajadores del Estado.

Del 44,6% de personas ocupadas en Argentina, la mitad son trabajadores informalesen negro- los que vendrían a ser lo más desprotegidos contra el alza de precios, porque no están amparados por la herramienta que se viene usando en los últimos veinte años para resguardar a la población contra la inflación: las paritarias.

Además, según el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde), sobre la base de datos del Indec, 8 de cada 10 nuevos empleos que se generaron después de la pandemia de coronavirus, lo hicieron en condiciones de informalidad, es decir, en negro.

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Asalariados pero con hambre:

Ser un trabajador asalariado tampoco garantiza protección contra el hambre en Argentina, si los ingresos no logran cubrir la Canasta Básica Total, porque, aunque hay trabajo -la tasa de desocupación es baja, del 6,3% según el Indec- se necesita más de dos salarios mínimos para no ser pobre.

En el Informe mundial sobre las crisis alimentarias 2023, publicado el 3 de mayo por el Banco Mundial, se señala que Argentina está dentro de los países que enfrenta una de sus peores niveles de inseguridad alimentaria.

Lo podemos entender siguiendo esta línea: El índice de inflación de 8.4% en abril, la nueva suba en la tasa de interés para plazo fijo anunciada por el BCRA, de 6 puntos – al 97%- y la carencia de reservas en poder del Banco Central, que, según explican los especialistas, podría disparar aún más el dólar, acelerando así los precios en las góndolas, nos hace estar en alerta económica permanente.

El alza de precios se aceleró, duplicándose en un solo año de cerca del 50% anual al 95% en 2022, y superando ampliamente la barrera de los tres dígitos este año -en abril la cifra interanual trepó al 108,8%.

El último aumento realizado por el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) de 26,6% se está pagando en 3 tramos:

Abril: $80.342 (15,6%).

Mayo: $84.512 (6%).

Junio: $87.987 (5%).

La próxima reunión del Consejo del Salario Mínimo se dará recién el 15 de julio, donde analizarán las subas del segundo trimestre del año.

Si analizamos estos salarios, ninguno de ellos llega a cubrir lo mínimo indispensable para una familia tipo. Según el Indec, para no ser indigente, una familia tipo debe contar con un ingreso mínimo de $92.261, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Cifra que no incluye la última suba de alimentos de abril (10,1%).

En tanto, para no ser pobre, una familia de hasta 5 integrantes, debe contar con un ingreso de $191.228, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) al 20 de abril.

Según la consultora Labor Capital Growth (LCG), los trabajadores registrados perdieron cerca de un 20% de su poder adquisitivo en los últimos cinco años y los no registrados perdieron casi el doble.

En tanto, la última encuesta del Observatorio de la Deuda Social Argentina, publicada a finales de 2022 por la Universidad Católica Argentina (UCA), mostró que casi un tercio de todos los trabajadores son pobres. Según el último informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), en el ítem "Subsistencia" que mide los indicadores de pobreza y protección social, manifestaron que un 61,6% (8,2 millones) es pobre y el 13,1% (1,6 millones) indigente. En el primer caso, se trata de las familias que no pueden cubrir la Canasta Básica Total que incluye alimentos, vestimenta y demás gastos diarios. Para el segundo, significa que el sueldo no alcanza para la Canasta Básica de Alimentos.

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