Javier Milei restableció los vínculos diplomáticos con China después de su reunión con Wu Weihua, enviado especial de XI Jinping durante la toma de posesión presidencial. Allí, el presidente compartió con Wu que lideraba una banda musical llamada Everest.
Fue en este ese mismo momento que el enviado de Xi lo invitó a emprender la escalada de la montaña más elevada del mundo.
Este acto de desescalada tomó por sorpresa tanto a Milei como a la canciller Diana Mondino, quien también participaba en la reunión. Desde ese instante, se estableció un diálogo fluido entre Milei y Wu, quien reafirmó el compromiso de Xi de respaldar a Argentina en medio de su situación económica complicada. “La reunión fue excelente”, comentó el jefe de Estado cuando concluyó el conclave en su despacho.
Alberto Fernández concluyó con Xi Jinping una extensión del acuerdo de intercambio (swap) que el Banco Central emplea para respaldar el flujo de importaciones y el cumplimiento de pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI), dado la escasez de dólares en las reservas públicas. La porción convenida asciende a 5.000 millones de dólares, y Beijing esperó hasta conocer el resultado electoral para remitir los fondos desde el Banco Popular de China.
La prudencia del régimen comunista resulta comprensible de manera sencilla: en caso de que Sergio Massa hubiera ganado, las transferencias del acuerdo de intercambio se realizarían sin demoras, pero con el triunfo de La Libertad Avanza, esta elección política se suspendió debido a las reiteradas declaraciones de Milei y Mondino sobre China, su ideología y su posición en la agenda geopolítica.
48 horas después de la segunda vuelta electoral, Xi llevó a cabo una maniobra táctica al felicitar a Milei por su victoria sobre Massa. La respuesta de Milei, expresada mediante una frase, marcó el inicio de un proceso de distensión entre ambos líderes.
“Agradezco al Presidente Xi Jinping las felicitaciones y los buenos deseos que me ha hecho llegar a través de su carta. Le envío mis más sinceros deseos de bienestar para el pueblo de China”, replicó Milei en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
Javier Milei quiere conservar el vínculo
Desde la perspectiva de la realpolitik, tanto el mensaje de Xi como la respuesta de Milei se complementaron. El líder comunista dio inicio al acercamiento, y el presidente argentino culminó el gesto político expresando buenos deseos para el pueblo chino y dejando atrás sus declaraciones previas contra China durante la campaña electoral.
Xi busca preservar la posición diplomática alcanzada con Argentina durante el gobierno de Alberto Fernández, mientras que Milei requiere el acuerdo de intercambio para asegurar un nivel básico de importaciones y contar con una reserva disponible para cumplir con los compromisos financieros ante el FMI.
Para China, conservar el estatus diplomático implica la observancia integral de los convenios suscritos con Argentina, los cuales se encuentran contemplados en la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, una estrategia concebida por el régimen comunista para contrarrestar los intereses de Estados Unidos y Europa a escala mundial.
China busca que Argentina siga en los BRICS
Xi aspira a que Argentina mantenga su participación en los BRICS, autorice la presencia de tecnología china en procesos de licitación pública, y concluya satisfactoriamente las conversaciones para concretar la adquisición de aeronaves de combate de última generación destinadas a la Fuerza Aérea argentina.
En este escenario de convergencia de intereses, Milei y Mondino mantuvieron un encuentro con Wu Weihua en las instalaciones del primer piso de Balcarce 50. La reunión, de tono relajado, permitió al enviado de Xi reafirmar la determinación política del gobierno chino de respaldar a Argentina en medio de su compleja coyuntura económica.
La administración busca la extensión del acuerdo de intercambio por 5.000 millones de dólares con el propósito de prevenir la disminución de las importaciones y, posiblemente, afrontar la obligación de saldar una porción del vencimiento ante el FMI programado para finales de diciembre.
Xi Jinping sigue un procedimiento específico para canalizar los fondos acordados con sus socios internacionales. Aguarda la recepción de una carta que formalice la solicitud, para luego ajustar su agenda y participar en una llamada telefónica o mantener una audiencia bilateral. Este proceso se ha repetido con figuras como Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández.
La carta suscrita por Milei, en la que solicita la extensión del swap, ha sido despachada hacia Beijing. Tras el encuentro con el enviado Wu Weihua, la canciller Mondino se comprometió a coordinar la comunicación telefónica entre Milei y Xi. Cabe mencionar que el líder comunista se encuentra actualmente en Vietnam, y aún no se ha establecido una fecha para la comunicación entre Buenos Aires y Beijing.
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