El reflujo gástrico es un problema que ocurre cuando el ácido estomacal se desplaza hacia el esófago, un tubo muscular que conecta la cavidad bucal con el estómago. Esta situación puede provocar irritación en la capa interna del esófago y generar una sensación de quemazón en el área del pecho, también llamada pirosis estomacal.
Conforme detallan especialistas del renombrado centro médico Mayo Clinic en Estados Unidos, esta condición puede originarse por diversos elementos, tales como una falta de fortaleza o un incorrecto desempeño del esfínter esofágico inferior, un músculo valvular que previene el retorno del contenido estomacal al esófago. También pueden tener impacto la obesidad, el estado de embarazo, el consumo de tabaco, ciertos alimentos o fármacos, así como una hernia de hiato.
Uno de los momentos más comunes en los que suele presentarse es después de las ingestas. Son esos momentos en los que el reflujo gástrico puede entrometerse en el camino y ocasionar una incomodidad que, en ocasiones, puede resultar insoportable. En ocasiones, esto ocurre simplemente por ingerir alimentos de manera apresurada o tomar una infusión con contenido de cafeína. Se trata de uno de los trastornos digestivos más prevalentes a nivel mundial. Por ejemplo, en Argentina se estima que 1 de cada 4 personas experimenta ardor estomacal después de consumir ciertos alimentos o bebidas.
Will Bulsiewicz, médico especializado en gastroenterología y autor del libro "The Fiber Fueled Cookbook", compartió recientemente un vídeo en su cuenta de Instagram donde resaltó tres alimentos inesperados que pueden provocar el reflujo gástrico. Estos incluyen el cacao, la hierbabuena y lo que él denominó como "bebidas divertidas", englobando las bebidas con gas, con cafeína o alcohólicas.
“Lo que pasa con todo esto es que, en última instancia, relajan el esfínter esofágico inferior, lo que permite que ocurra el reflujo ácido”, señaló Bulsiewicz. Además de aumentar la ingesta de agua, el médico sugiere sustituir dichos alimentos y bebidas por opciones más saludables que contrarresten la acidez estomacal.
Por lo tanto, en lugar de optar por una infusión con sabor a menta después de la cena, Bulsiewicz sugirió un postre que no provoque el reflujo gástrico y, de hecho, pueda aliviar sus síntomas. ¿Y cuál es el postre ideal que se puede disfrutar sin desencadenar el reflujo ácido? Según Bulsiewicz, es el helado de mango. “Son solo mangos congelados, bananas congeladas, mételos en una licuadora y es increíble”, aseguró el experto gastroenterólogo.
Estamos hablando de postres que no contienen lácteos y presentan una textura similar a la del helado. Son preparaciones rápidas y sencillas de elaborar, además de ser saludables y sumamente sabrosas. Por lo general, se componen de ingredientes simples, por lo que resulta ideal este exquisito helado de mango y plátano de tan solo 2 elementos.
Según los expertos de Mayo Clinic, muchas personas experimentan episodios ocasionales de reflujo ácido. No obstante, si esta situación se repite a lo largo del tiempo, puede dar lugar a la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Es probable que el médico sugiera, en primer lugar, realizar modificaciones en el estilo de vida y luego recurrir a medicamentos de venta libre para reducir la acidez. En caso de que no se experimente alivio en pocas semanas, podría ser necesario recetar medicamentos y llevar a cabo una serie de análisis.
La doctora Ingrid Ballesteros Ordoñez, una especialista en nutrición de España, también hace hincapié en la inclusión del mango en la dieta como una medida para contrarrestar la acidez. “Sí, es bueno comer mango dulce maduro ya que contienen fibra y vitaminas A, C y E. Contribuyendo a una buena digestión, entre otros beneficios. Con la gastritis, el PH de tu estómago tiende a estar ácido, favoreciendo la lesión e inflamación de la mucosa gástrica, con el tratamiento ordenado por tu médico y consumiendo mango ayudas a disminuir ésta acidez del estómago”.
El mango se destaca por ser una fruta sumamente nutritiva, especialmente debido a su elevado contenido de vitamina C y E, es decir, dos antioxidantes de gran potencia que contribuyen a fortalecer la salud. Los antioxidantes desempeñan un papel crucial al prevenir el daño causado por los radicales libres y promover la vitalidad celular. Constituye un elemento ideal para prevenir el envejecimiento prematuro del organismo y brindar una mayor protección frente a enfermedades externas, asegurando así una mayor resistencia y bienestar general.
El mango es una fruta que presenta una notable concentración de aminoácidos, vitamina C y E, flavonoides, beta-caroteno, niacina, calcio, hierro, magnesio y potasio. Posee contenido de fibra, la cual desempeña un papel fundamental en la regulación del tránsito intestinal y el control de los niveles de glucosa en la sangre, además de aportar el antioxidante betacaroteno.
Asimismo, contiene zeaxantina, otro antioxidante, y constituye una excelente fuente de vitamina K, que favorece la absorción de calcio y previene la pérdida de masa ósea. Estos beneficios se extienden también a los pacientes con diabetes, ya que contribuye a mejorar los niveles de glucosa e insulina.
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